Aunque no tiene un
nombre femenino otorgado por los meteorólogos para facilitar su localización,
como ocurre en la Tierra, el huracán que recientemente ha sacudido la
superficie del planeta Saturno merece casi la misma atención: es 20 veces
el tamaño del huracán medio en nuestro planeta.
La nave Cassini de la
NASA, que orbita alrededor del sexto planeta del Sistema Solar para estudiar su
actividad, ha conseguido observar la inmensa tormenta con una calidad sin
precedentes, lo que ha permitido a los científicos una medición casi exacta. Únicamente el
ojo del huracán alcanza los 2.000 kilómetros de ancho. Las nubes de sus
extremos viajan a una velocidad de 150 metros por segundo, y el caos de
vapor forma un espectacular vortex hexagonal.
Los investigadores
llevaban años observando esta formación en el Polo Norte del planeta. La nave
Cassini observó el vortex gracias a su espectrómetro de infrarrojos, pero para
una mejor observación era necesario esperar a que la luz del Sol alcanzara la
región. "Cuando miramos de nuevo hacia el vortex descubrimos que se
asemejaba demasiado a un huracán de la Tierra", afirma Andrew Ingersoll,
del equipo de Cassini del Instituto Tecnológico de Pasadena. "Pero está en
Saturno, a una escala mucho mayor que en la Tierra, y de algún modo se
'alimenta' de las pequeñas cantidades de vapor de agua del hidrógeno de la
atmósfera del planeta", añade.
Los huracanes en
Saturno y en la Tierra tienen ciertas similitudes. El ojo de ambos carece de
nubes, pero sí está rodeado por estas, formando una suerte de espiral a su
alrededor. El huracán de Saturno, sin embargo, gira a una velocidad mucho
mayor. Hasta 4 veces más rápido se desplaza el viento que desplaza la espiral
alrededor de su ojo, en comparación con los huracanes en la Tierra.
Fuente: ElMundo.es